La piel no se olvida

La piel no se olvida

Alma, TLL LongevityLabs

El verano. Sol. Quemaduras de sol. Por desgracia, una mala combinación que puede causar daños duraderos en nuestra piel. Así que aquí tenemos un pequeño recordatorio hoy sobre lo que nuestra piel necesita en el sol.

Las quemaduras solares dañan nuestra piel de forma permanente. Nuestros padres ya nos lo han metido en la cabeza. Pero, ¿por qué y cuál es la razón? En general, los daños en la piel son provocados por los diferentes componentes de la radiación ultravioleta (radiación UV) de la luz solar. La radiación UV-B de onda corta daña nuestras células en la epidermis (parte superior de la piel) y desencadena una inflamación en la capa cutánea subyacente (dermis). El resultado: ¡nos quemamos con el sol!

Por tanto, una quemadura solar no es más que una quemadura o inflamación de la piel. Los vasos sanguíneos se dilatan y la piel se enrojece y se hincha. Las consecuencias a corto plazo son el picor y el ardor o incluso las ampollas.

Sin embargo, el verdadero problema es el efecto a largo plazo. Nuestra piel nunca olvida una sola quemadura de sol. Los rayos UV-A de onda larga penetran profundamente en la piel y causan daños en el material genético (ADN). El resultado: nuestra piel envejece antes de tiempo. Forma más arrugas y manchas de pigmentación.

Entonces, ¿es mejor no salir al sol? ¡No! El sol es importante para nosotros y nuestros cuerpos. Potencia nuestro metabolismo y provoca la formación de vitamina D. Esta alegre vitamina nos hace sentir mejor y nos asegura unos huesos fuertes y una mejor dentadura.

La solución al enigma es, como tantas veces, la dosis y la preparación adecuadas. Si seguimos estos 5 consejos nada se interpondrá en el camino de un verano soleado:

  1. Crema solar, aceite solar y co.

En general, hay un producto adecuado para cada tipo de piel. Ya sean geles solares hidratantes, emulsiones y sprays sin aceite para pieles grasas, aceitosas y humectantes para pieles secas o cremas solares ricas o aceites solares para pieles sensibles, en la farmacia encontrará todas las variedades. Aplicar 30 minutos antes de tomar el sol y dejar que se absorba bien.

  1. El tipo de piel revela cuánto tiempo podemos soportar estar al sol.

Las personas rubias y de piel clara sólo deben exponerse al sol de 10 a 15 minutos sin protección. Las pieles mediterráneas, en cambio, pueden tolerar hasta 45 minutos de sol. Independientemente del tipo de piel, se aplica lo siguiente: evite el sol durante las horas de mayor intensidad entre las 11 de la mañana y las 3 de la tarde; de lo contrario, aplique suficiente protección solar.

  1. Los compañeros adecuados evitan las quemaduras solares.

No sólo las cremas nos ofrecen una buena protección contra los rayos del sol, sino también la ropa. Una camiseta para ponerse y un sombrero para el sol, protegen nuestra piel del estrés extra. Nuestros ojos también agradecen un poco de precaución. Por lo tanto, unas gafas de sol elegantes deberían formar parte de tu atuendo de verano.

  1. Los cuidados posteriores son tan importantes como la precaución.

Para evitar que la piel se reseque, es aconsejable utilizar un producto de cuidado de la piel rico después de tomar el sol. Esto incluye productos para después del sol -también disponibles para cada tipo de piel- o geles de aloe vera. Pero también podemos ayudar desde dentro: El agua potencia el metabolismo de la piel e influye en su estado de tensión y en la circulación sanguínea, ya que en este artículo en este artículo de nuestro blog.

  1. El plan de emergencia.

Si, a pesar de todas sus precauciones, se quema al sol, reaccione inmediatamente: Apártate del sol y refresca la piel con un gel de aloe vera. Si te gusta lo práctico, también puedes recurrir a viejos remedios caseros como la cuajada y el yogur. Sólo hay que aplicarlo, dejarlo actuar y luego aclararlo con una crema refrescante.

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