Ayuda a las células inmunitarias.4

spermidineLIFE®

spermidineLIFE® Inmunidad+

spermidineLIFE® Immunity+ es un complemento alimenticio con la innovadora combinación de

  • extracto natural de germen de trigo con alto contenido en espermidina,
  • polvo de setas shiitake y
  • micronutrientes inmunoactivos (vitamina C y zinc) y vitamina B1.4

spermidineLIFE® Immunity+, gracias a sus ingredientes zinc y vitamina C, proporciona apoyo al funcionamiento normal del sistema inmunitario4 y apoya la renovación celular con zinc.1,4

Espermidina
La espermidina es una poliamina natural que se encuentra en nuestras células. El contenido de espermidina en las células del organismo disminuye con la edad. En colaboración con la Universidad de Graz, se desarrolló spermidineLIFE® Immunity+ a partir de un extracto de germen de trigo con un alto contenido en espermidina.

Polvo de hongo shiitake
El polvo de hongo shiitake presente en spermidineLIFE® Immunity+ se obtiene del cultivo de hongos shiitake. Desde hace siglos son muy apreciados en Asia por sus ingredientes.

Disponible en farmacias.

Shiitake Pilze

Setas Shiitake

Las setas shiitake son originarias de los bosques de China y Japón y se valoran por sus ingredientes desde hace miles de años. En los últimos 20 años, el interés científico por este hongo no ha dejado de aumentar y sólo en los últimos 20 años se han publicado más de 800 estudios relacionados con las setas shiitake.

El papel de la célula en el sistema inmunitario.

Los seres humanos están formados por miles de millones de células que son muy complejas en su función y estructura. complejos en su función y estructura.

Cada célula tiene una tarea específica, también en nuestro sistema de defensa.

Esta consiste, entre otras cosas, en una gran variedad de células sanguíneas, o glóbulos blancos, los leucocitos. los glóbulos blancos, los leucocitos. Estas células constituyen una gran parte de nuestras defensas inmunitarias y se forman en la médula ósea. formado. La principal tarea de los leucocitos es defenderse de los agentes patógenos. Los leucocitos son, por tanto, una parte muy importante de nuestra de nuestro sistema inmunitario, que nos protege de agentes patógenos como virus, bacterias y parásitos. parásitos.

El sistema inmunitario humano no se limita a un órgano o a una parte del cuerpo. Se extiende muchas partes de todo el cuerpo. Las vías de transporte más importantes para las células inmunitarias y las sustancias mensajeras son las los vasos sanguíneos y los vasos linfáticos. El líquido linfático sirve para transportar oxígeno y nutrientes a los tejidos y para eliminar Las células dañadas o muertas, los agentes patógenos y las sustancias extrañas son transportadas.

spermidineLIFE®
Nuestro sistema inmunitario piensa por sí mismo.
La defensa adquirida.

Para poder reaccionar más rápidamente a las amenazas recurrentes, existe la defensa inmunitaria adquirida. La defensa inmunitaria adquirida a lo largo de la vida reacciona de forma específica de patógeno a patógeno, también el sistema de defensa los recuerda y reacciona más rápido y eficazmente en el siguiente contacto. Se forma la memoria inmunológica.

Por desgracia, nuestro sistema inmunitario innato no reconoce algunos agentes patógenos, como los virus o las bacterias. Esto significa que pueden causar daños en el organismo. Ahora entran en juego las llamadas células dendríticas: también eliminan patógenos desconocidos y los descomponen. Las partículas de la envoltura del patógeno se transmiten a las células T. Estas células especiales conocen casi todos los patógenos. Las células T se multiplican inmediatamente y combaten el patógeno. Además, las células T activan a su vez las células B. Éstas forman sustancias de defensa precisamente coincidentes contra un determinado tipo de patógeno: los llamados anticuerpos. Estos anticuerpos se unen al patógeno respectivo y lo marcan para que los fagocitos lo vuelvan inofensivo más rápidamente.

La característica especial: Las células B recuerdan la naturaleza de los patógenos. En caso de una nueva infección, el organismo puede producir rápidamente los anticuerpos adecuados y defenderse.

Nuestras células inmunitarias nos protegieron desde el primer día de vida.
La defensa innata.

Los patógenos invaden constantemente nuestro cuerpo. Nuestro sistema inmunitario se encarga de casi todos ellos sin que nos demos cuenta. Aquí entran en juego, por ejemplo, las células de la piel, que son una barrera exterior contra los invasores y forman la primera barrera protectora. Con casi dos metros cuadrados de superficie, forma una importante y fuerte barrera junto con las membranas mucosas de la boca, la garganta, la nariz y el tracto gastrointestinal. Nuestro intestino, con unos increíbles ocho metros de longitud y 500 metros cuadrados de superficie, es el mayor órgano inmunitario del cuerpo en absoluto y tan grande como un campo de fútbol.

Los fagocitos que patrullan, los llamados macrófagos, reconocen a los intrusos en su superficie, los devoran y los descomponen en su interior. Además, utilizan sustancias mensajeras para convocar a otras células de defensa, como los llamados granulocitos. Estos destruyen los patógenos restantes con sustancias.

Células blancas de defensa de nuestro sistema inmunitario.
Los leucocitos.

Los granulocitos combaten las bacterias dañinas, los parásitos y los gusanos. Los monocitos son células carroñeras, descomponen las células dañinas. Los linfocitos reconocen agentes patógenos como los virus y producen anticuerpos contra ellos.

¿Influye mi estilo de vida en el sistema inmunitario?

En el sistema inmunitario no sólo intervienen nuestras defensas innatas y adquiridas. Hay otros factores que también influyen en la capacidad de nuestro organismo para defenderse de los virus, las bacterias y los agentes patógenos. La mayoría de las veces podemos apoyar este sistema inmunológico nosotros mismos de forma natural prestando atención a un estilo de vida equilibrado y saludable.

Los 6 pilares del sistema inmunitario

Reforzar el sistema inmunitario de forma natural mediante un estilo de vida equilibrado y saludable.

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En detalle

Dieta equilibrada

Una dieta no equilibrada puede influir negativamente en el sistema inmunitario. Las deficiencias nutricionales o la malnutrición pueden perjudicar la respuesta inmunitaria. Sin embargo, esto depende de muchos aspectos diferentes, desde suficientes vitaminas hasta suficientes sustancias vegetales secundarias. Por ejemplo, se ha descubierto que una deficiencia de aminoácidos individuales puede provocar un deterioro de la función inmunitaria. Esto se debe a que los aminoácidos influyen, entre otras cosas, en la activación de muchas células inmunitarias y son necesarios para la producción de anticuerpos. Por lo tanto, es importante llevar una dieta equilibrada y asegurarse de que el cuerpo tiene todos los nutrientes necesarios para un funcionamiento óptimo del sistema inmunitario.

Células inmunitarias reforzadas

Nuestro sistema inmunitario está formado, entre otras cosas, por una gran variedad de células sanguíneas, o glóbulos blancos, llamadas leucocitos. Estas células constituyen una gran parte de nuestras defensas inmunitarias y se forman en la médula ósea. La principal tarea de los leucocitos es defenderse de los agentes patógenos. Si estas células no funcionan correctamente, esto repercute en toda nuestra defensa inmunitaria. Por lo tanto, es importante reforzar las células de nuestro sistema inmunitario.

Sueño reparador

Un sueño reparador favorece nuestro sistema inmunitario. Esto parece ser de dominio público. Los primeros estudios han analizado la cuestión de por qué ocurre esto y han descubierto que nuestras células T, que normalmente se encargan de luchar contra agentes patógenos como los virus o las bacterias, son menos capaces de acoplarse cuando estamos privados de sueño. Esta reducción de la función podría incluso demostrarse después de tres horas sin dormir. Por lo tanto, escuche siempre a su propio cuerpo y asegúrese de que duerme lo suficiente.

El equilibrio en la vida cotidiana

Cuando sufrimos un estrés constante, nuestro sistema inmunitario también se resiente. Esto se debe a que tanto nuestras defensas innatas como las adquiridas sufren con este estrés. Porque cuando nos sentimos permanentemente agobiados en el trabajo o en casa, esto garantiza una disminución del número de células inmunitarias en nuestra sangre. Las células asesinas naturales también son menos activas y los linfocitos T se dividen más lentamente. Por ello, es importante evitar el estrés prolongado y encontrar un equilibrio en la vida cotidiana para que nuestro sistema inmunitario pueda funcionar plenamente.

Movimiento de equilibrio

Cuando se hace ejercicio, el cuerpo libera adrenalina. De este modo, las células de defensa se multiplican más rápidamente y son más activas. No sólo nuestras células asesinas naturales y los glóbulos blancos, sino también los linfocitos T y B están más presentes en la sangre. Cuando se deja de hacer ejercicio (y la adrenalina en la sangre baja), el número de células de defensa en la sangre también vuelve a bajar. Estos pequeños y repetitivos estímulos del ejercicio regular entrenan el sistema inmunitario, lo que conduce a una mayor actividad de los linfocitos y a una eliminación más rápida y mejor de las células dañinas. Por lo tanto, el ejercicio equilibrado ayuda a fortalecer nuestro sistema inmunológico.

Mental Mindfulness

Pocas personas dudan de que existe una conexión entre el cuerpo y la mente. Uno de los ejemplos más conocidos es el efecto placebo. En este caso, la mera creencia de que se está tomando una medicina curativa conduce a una curación real. Pero hace tiempo que no se conoce con detalle hasta qué punto la mente influye en nuestro sistema inmunitario. Sin embargo, las primeras investigaciones indican ahora que la hormona de la felicidad, la dopamina, activa ciertas partes de nuestro sistema inmunitario. Cuando el cerebro libera una gran cantidad de esta hormona (por ejemplo, porque estamos contentos), hay muchos más fagocitos en el cuerpo. No sólo eso, sino que el número de anticuerpos en la sangre también aumenta notablemente. Así pues, los pensamientos y las emociones positivas parecen tener un efecto positivo en nuestro sistema inmunitario.

Innovative Kombination für die Immunabwehr.

spermidineLIFE® Immunity+ Kapseln

Nahrungsergänzungsmittel aus Weizenkeimextrakt mit hohem Spermidingehalt, Shiitakepilzpulver, Vitamin C, Zink und Vitamin B1

Zutaten

Weizenkeimextrakt mit hohem Spermidingehalt. Kapselhülle: Hydroxypropylmethylcellulose. Shiitake Pulver. Ascorbinsäure. Zinkgluconat. Trennmittel: Magnesiumsalze der Speisefettsäuren. Farbstoff: Kupfercomplexe der Chlorophylle. Thiaminhydrochlorid.

Zusammensetzung pro empfohlener Tagesdosis

 2 Kapseln4 Kapseln
Pro TagesdosisMenge%NRV*Menge%NRV*
Weizenkeimextrakt1.300 mg2600 mg

davon Spermidin

2 mg4 mg
Shiitake Extrakt100 mg200 mg
Vitamin C40 mg50 %80 mg100 %
Zink5 mg50 %10 mg100 %
Thiamin (Vitamin B1)0,17 mg15 %0,34 mg30 %

*Referenzmenge für die tägliche Zufuhr nach EU-Lebensmittelinformationsverordnung (LMIV)

Verzehrempfehlung

2 Kapseln täglich mit Flüssigkeit zu einer Mahlzeit verzehren. In Zeiten erhöhter Belastungen wird die doppelte Tagesdosis (4 Kapseln) empfohlen. Die angegebene tägliche Verzehrmenge darf nicht überschritten werden.

¿Conoce ya nuestro original?

spermidineLIFE® Original 365+ es el primer suplemento dietético del mundo elaborado a partir de extracto de germen de trigo con un alto contenido en espermidina y que apoya con zinc la Renovación celular.1

Basado en más de 10 años de investigación y cooperación con investigadores celulares de renombre internacional.

En 2020, spermidineLIFE® Original 365+ fue votado como el producto farmacéutico más innovador por nuestros clientes, farmacéuticos y médicos.

Disponible en farmacias.