Detox para la cabeza

Detox para la cabeza

Memory,Alma, TLL LongevityLabs

Nuestra vida cotidiana sobreestimulada, llena de plazos, presiones y tareas pendientes, nos lleva rápidamente al agotamiento, a problemas de concentración y a un estrés constante del que parece que no podemos deshacernos. Si a veces desea tomarse un tiempo de descanso, pero no sabe cómo hacer frente a la presión y a las exigencias diarias sin poner en pausa toda su vida, ¡aquí tiene algunas maneras de dar a su mente un respiro del caos diario!

El cerebro es un órgano que reacciona a los estímulos las 24 horas del día. Todo lo que percibimos es precisamente captado, procesado y elaborado para nosotros en una forma que hace posible la vida. Aproximadamente 100.000 millones de células nerviosas trabajan constantemente a toda velocidad en nuestra cabeza, y de una forma tan eficaz que ni siquiera lo notamos. Lo bueno es que nuestro cerebro no sólo trabaja con todos los estímulos entrantes de forma automática, sino que también realiza ajustes con extrema rapidez. Cuanto más rápida sea la entrada de estímulos, más rápido procesará el cerebro y se acostumbrará a la velocidad de la vida cotidiana.

El único problema es que el cerebro tampoco es un órgano incansable. Vivimos en un mundo en el que estamos incesantemente inundados de estímulos: Vídeos, fotos, olores, sonidos, noticias, citas, estrés... nuestra compañía diaria. En algún momento, sientes que tu concentración decae, te duele la cabeza y es evidente que tu cuerpo te pide un descanso, al menos en parte. Pero, ¿por qué entonces nos resulta tan difícil "desconectar" la cabeza? Aquí es donde se complica la cosa, porque incluso cuando teóricamente sabemos que estamos sobrecargados de trabajo o agotados, el cerebro sigue queriendo seguir adelante porque está acostumbrado a la velocidad: si apagas el portátil, enseguida echas mano del móvil. Mientras lavas los platos, tu programa o música favorita suena de fondo, mientras estás sentado en una reunión, trabajas en los correos electrónicos y cuando quieres dormir por la noche, tu cabeza no deja de trabajar y te inunda con tareas pendientes, preocupaciones, deseos y más. Al final, te encuentras de repente en un ciclo de estrés y pensamientos que no puedes mantener, por muy "productivo" que seas.

Por eso es tan importante no olvidarse de dar un paso atrás con regularidad y permitirse un tiempo de descanso. Nuestras neuronas no saben frenar por sí solas y en una rutina diaria de vida familiar, trabajo, universidad, tiempo libre, smartphones, redes sociales, etc., es difícil despejarse. Tenemos algunos consejos para ti sobre cómo puedes dar un respiro a tu cerebro y alejarte de la constante sobreestimulación:

Meditación

La meditación es uno de los métodos más difíciles y, al mismo tiempo, uno de los más fáciles para ayudar a tu cuerpo y a tu mente a relajarse de nuevo. La mediación regular tiene muchos efectos positivos demostrados científicamente en nosotros: mejora la concentración, se duerme mejor, se es menos propenso al estrés, se está más equilibrado, los latidos del corazón se calman, el sistema inmunitario es más fuerte y mucho más.

Pero aunque es evidente que nos ayuda, sigue siendo muy difícil dedicarle tiempo. ¿Por qué? Es sencillo: desde fuera, la meditación puede parecer simple. Te sientas con los ojos cerrados y no haces... nada. Pero cualquier persona que haya probado la meditación sabrá que es sorprendentemente difícil al principio. Los pensamientos y los sentimientos se entrometen, te sientas incómodo, te duele la espalda, y, y, y. Estos sentimientos de frustración provienen principalmente del hecho de que ya no estamos acostumbrados a concentrarnos en algo sin reaccionar inmediatamente a ello, o a tener que llenar el "silencio" con otras cosas. Pruébalo una vez: Siéntate, cierra los ojos e intenta concentrarte sólo en tu respiración sin dejarte distraer. ¿Cuántas respiraciones puedes hacer antes de que tu mente esté en otra parte?

Si quieres intentarlo, prueba con estos sencillos pasos para empezar:

  1. Tómate cinco minutos y pon el despertador. Comienza con algo pequeño para que tu cabeza se acostumbre poco a poco. Cuando notes que, al cabo de unas semanas, te resulta más fácil, amplía esta ventana de tiempo en pequeños pasos.
  2. Siéntese en una posición en la que pueda sentarse erguido; por ejemplo, puede apoyarse en una pared si está sentado en el suelo y tiende a tener dolor de espalda. Una vez que estés en una buena posición, muévete lo menos posible mientras meditas.
  3. Concéntrese en una cosa de su cuerpo: la más común es la respiración. Si ves que tu mente divaga, no te enfades, simplemente vuelve a tu respiración. No se trata de no distraerse, sino de la rapidez con la que te das cuenta de que te has distraído.
  4. ¡Eso es! Lo único que queda por hacer es repetir estos pasos con regularidad y ver lo rápido que afectará a su vida diaria. Notarás que puedes concentrarte mejor y que estás más "en el momento" que antes.

Salir al campo

Ya sea en el bosque, en el lago o simplemente en el jardín, el aire fresco, el sol y la tranquilidad son formas muy eficaces de dar un respiro a la mente, desconectar y recargar las pilas. A menudo ayuda el simple hecho de alejarse físicamente de la rutina diaria y tomarse un tiempo para uno mismo para recuperar la calma mental.

Ejercicio

Aunque teóricamente podamos (y a veces necesitemos) mirar una pantalla durante horas y horas, está claro que no estamos físicamente diseñados para ello. El cuerpo cae en una especie de "rigidez" por estar sentado durante mucho tiempo, lo que no sólo provoca dolor de espalda, sino que también tiene un gran impacto en la concentración. Regular paseos regulares, Deporte Los paseos regulares, el deporte o incluso una simple vuelta a la manzana pueden ayudar a que las células del cuerpo vuelvan a funcionar, a relajar el cuerpo y a facilitar el flujo de pensamientos.

Dormir lo suficiente

Todo lo que se acumula en nuestras células cerebrales día tras día es dormir procesado, archivado y eliminado durante nuestro sueño. De hecho, el tiempo que dormimos es lo más parecido a una desintoxicación literal. Esto se debe a que mientras estamos en modo "stand-by", por así decirlo, nuestro cerebro pasa el tiempo descomponiendo los productos moleculares de descomposición de nuestras células a través de nuestro sistema linfático. Esto significa que el cerebro se deshace de los productos nocivos en cada fase del sueño para que podamos empezar de nuevo cuando nos despertemos. Por eso es especialmente importante dormir bien.

Pruebe estos consejos y déle a su cabeza un poco de tiempo libre: ¡se lo agradecerá!

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